Los ancianos no son piedras desechadas


El artículo de Vittorio Scelzo en “Vita Pastorale” con motivo del Día Mundial de los Abuelos y de los Mayores

La institución de la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores debe leerse a la luz de otras líneas del pontificado de Francisco. Nace a partir de una concepción amplia del santo Pueblo fiel de Dios que hunde sus raíces en el documento de Aparecida y en la teología del Pueblo”.


Con estas palabras el Dr. Vittorio Scelzo, responsable de la pastoral de los ancianos en el Dicasterio, comentaba en una intervención en el número de julio de la revista “Vita Pastorale” la decisión del Papa Francisco de convocar una jornada especial para los ancianos.

Es un pueblo -continuó Scelzo- desordenado y polifacético, que se parece mucho a las multitudes de ciegos, lisiados y cojos que seguían a Jesús y que ofrece una imagen muy probable de la composición real de nuestras comunidades eclesiales. El reto parece ser el de construir un edificio espiritual a partir de lo que en apariencia es sólo material de desecho, estructuralmente inadecuado para soportar un peso considerable. En términos evangélicos, utilizar piedras desechadas como piedra angular”.


La Jornada del 25 de julio puede ser una ocasión preciosa para iniciar una nueva era de protagonismo de los ancianos: “muchos de ellos han vivido aislados durante más de un año y hoy viven las consecuencias del virus Covid y de la soledad. El Papa nos invita a prometer a cada uno de ellos: «Yo estoy contigo todos los días»”.