¿Dónde pasaremos las fiestas navideñas? ¿Qué comeremos éstas fiestas?
Preguntas difíciles que nos hacemos en éstas fechas navideñas y generalmente en todas las festividades que tienen que ver con nuestra familia.
Recuerdo a una familia que nunca se ponía de acuerdo en cuestiones tan sencillas aparentemente, pero que llevan dentro otras cuestiones.
Cada hijo pedía que la fiesta se hiciera en su casa, que se comiera tal o cual alimento:
Sutanito:-"Siempre en casa de fulanito. Seguramente porque es más rico"
Padres:-"Bueno... éste año lo hacemos en casa de sutanito"
Fulanito:-"Ah, no... ahí no cabemos. Siempre quiere comer pavo y a mí no me gusta"
Padres:-"Bueno... que cada uno lleve lo que más le gusta y que se haga en nuestra casa"
Esposa de Sutanito: -"Siempre es en su casa. Este año quisiera ir con mis padres"
Padres: -"Me gustaría que estuviéramos todos juntos"
Esposa de Fulanito: -"Mis papás también quieren que vayamos a su casa"
Finalmente, todo terminaba en un pleito. Fulanito tomaba a su famiia y se iba a pasarla a casa de los padres de su esposa. Sutanito la pasaba en casa de sus padres y su esposa guardaba silencio, pero en su interor sufría.
Es difícil como podemos ver. Y lo que debería ser un día feliz, de convivencia familiar, terminaba en un día doloroso. De hecho, varios de sus hijos, se han divorciado.
Dios no desea éso. Envió a su Hijo amado a traer paz y amor a éste mundo.
Mi mamá acostumbraba hacer su comida navideña y esperaba a sus hijos. Todos pasábamos a su casa, comíamos con ella y nos íbamos a pasar la cena navideña con nuestros cónyuges. Ella sacrificaba su propia Navidad por amor a sus hijos. Se dormía temprano, sabiendo que sus hijos estaban felices. Rogaba a Dios que la pasaran bien, sin contratiempos.
Cuando yo tuve mi propia familia, acostumbraba ir a casa de mi madre y después a la de mis suegros a la cena navideña.
Pero también extrañaba la convivencia con mi familia. Así que terminamos por pasar la Navidad en casa de mis suegros y el Año Nuevo en casa de mi hermana, donde se reunía mi familia.
Mis suegros terminaron por acostumbrarse a ello.
Cuando regresé a la Iglesia, cambié mis costumbres. Ahora, asistimos a misa a dar gracias y gloria a Dios. Después vamos en Navidad con la familia de una de mis nueras y en Año Nuevo, después de asistir a la casa de Dios, vamos con mis familiares.
El nacimiento de Cristo es lo importante, es lo que celebramos y ya muchos lo hemos olvidado. Lo hemos sustituido por simples comilonas y bebilonas que dejan una resaca y fracciones familiares.
Desde que celebro primero en casa de Dios, las fiestas navideñas son más felices y tranquilas.
Sacrifico mi propia festividad en casa, por seguir a mis hijos a donde ellos celebran. Pero sin olvidar que Cristo es el centro de la celebración, por ello primero lo visito a El.
Se me ocurre otra manera en que pueden las familias ponerse de acuerdo en deciciones así:
Cuando era niña, en el internado nos rotábamos las actividades a realizar. Una semana, un grupo se encargaba de la limpieza de los trastes y de servir los alimentos. Otro grupo se encargaba de la limpieza de los baños y lockers, etc. En la siguiente semana, se rotaban. De ésta manera, todos participábamos de todas las actividades sin conflictos, sin quejas de que tal o cual era el preferido.
Esa puede ser una manera de solucionar las preguntas de dónde pasar las fiestas navideñas.
Otra solución que se me ocurre, es otra que suena loca, pero "para personas tan locas, soluciones igual de locas"
Orar pidiendo que el Espíritu Santo decida en qué familia nos necesita más. ¿Y cómo sabremos cual es su voluntad?
Podría ser haciendo papelitos en donde se escriban las distintas familias y dejar que sea un animalito el que indique el sitio elegido.
Suena loco, ¿no? Pero tiene cierta lógica. Esto se me ocurre, pensando en la paloma que se posó sobre Cristo cuando iba a ser bautizado, indicando así que era el elegido, el hijo amado, su representante en la Tierra, el ungido.
Un animalito ni piensa, ni tiene intereses ocultos. Es más, posiblemente ni participe en la festividad, pero puede ser un instrumento de Dios.
Alguna vez, usé éste método en una familia en la cual siempre le tocaba a fulanita limpiar la casa, a sutanito ayudar con los trastes, mientras que petronila y cachimiro no hacían nada. Esto hacía que hubiera discrepancias y problemas entre ellos.
Me puse a hacer papelitos en donde ponía las distintas tareas y cada uno sacaba un papelito y realizaba la tarea que indicaba. Todos participaban y nadie terminaba molesto.
Al terminar nuestras labores, nos poníamos a jugar todos juntos y felices.
En otras ocasiones, sacaba un juego de mesa y se repartían las labores de acuerdo a cómo se iba perdiendo en el juego. Por ejemplo: quien salga del juego primero, limpia los baños. El que salga después, lava los trastes. El que salga posteriormente, limpia la sala y el que gane el juego, descansa por ésa ocasión.
No necesito decirles lo divertido que era y cómo todos participaban con muchas ganas para ser el ganador :)
Espero que éstas ideas les sean útiles, recordando que lo importante es el Nacimiento de Cristo y que su deseo es que vivamos con su paz, que no es igual a la que da el mundo.
FELICES FIESTAS NAVIDEÑAS!!!
Que las vivamos en familia y con la paz de Cristo.
Que nazca en nuestros corazones y los llene con su Amor.
El Obispo nos dijo en la Reunión de Adviento algo que me llenó: "Que cada corazón sea el pesebre en donde Cristo nació"