Una promotora de la fertilidad natural y una profesora de bioética, voces femeninas en el Sínodo
Una bioeticista canadiense y una promotora de la fertilidad natural en la rueda de prensa del Sínodo el 13 de octubre de 2015
Zenit / 13 octubre 2015
La presencia de la mujer, su participación durante el actual Sínodo de los obispos sobre la familia que se está realizando en el Vaticano, ha sido el tema principal en la conferencia de prensa que se realizó este martes con los periodistas acreditados en la Santa Sede.
El Sínodo se ha dedicado este lunes y hoy martes a los círculos menores.
Respondieron a las preguntas, el abad Jeremías Schroder OSB, uno de los diez padres sinodales elegidos por la Unión de los Superiores Generales; la auditora ruandesa Therese Nyirabukeye, promotora de métodos naturales de regulación de la fertilidad y la auditora canadiense Moira McQueen, profesora de bioética.
En el Sínodo participan un total de 30 mujeres, 18 de las cuales intervienen junto a sus maridos para aconsejar a los padres sinodales sobre la pastoral familiar de la familia.
Sobre la regulación natural de la fertilidad, que la Iglesia permite a las familias cristianas (por "motivos serios" para "espaciar el nacimiento de los hijos", especifica la Humanae Vitae de Pablo VI) la auditora ruandesa recordó que su experiencia empezó ya en los años 80.
“He visto que entre las mujeres de los pueblos, el conocer su funcionamiento biológico es fundamental y les da un cierto orgullo”, explicó al africana. Contó que un matrimonio de formadores le pidió que le transmita a los padres sinodales que “estamos felices de haber descubierto la belleza de la familia y de estos métodos naturales de planificación”.
Lo que dicen las mujeres se incluye en el texto
La auditora canadiense McQueen indicó que se siente contentísima de representar a la comunidad femenina en el sínodo, “no veo diferencias cuando intervienen hombres y mujeres, en particular en los círculos menores nos hemos sentido muy acogidas, y ha sido muy reconocido por los padres sinodales nuestro rol”.
Añadió que la contribución que las mujeres han dado ha sido claramente respetada e insertada en la relación. “Estoy feliz -indicó la auditora canadiense- de que las mujeres sean cada vez más incluidas en el camino sinodal”.
Sobre el tiempo de tres minutos, para las intervenciones en el aula sinodal, la profesora de bioética reconoció que es un desafío lograr dar las contribuciones en un tiempo tan corto, si bien aceptó que se debe a la gran cantidad de personas que participan, y porque se trata de un procedimiento democrático. Si bien, añadió, en los círculos menores hay más tiempo para hablar.
El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, precisó que el viernes por la tarde será dedicado a los auditores para sus intervenciones ante el Aula sinodal.
Una promotora de la fertilidad natural y una profesora de bioética, voces femeninas en el Sínodo
Por su parte, la auditora ruandesa indicó que se ha encontrado “muy bien en los círculos menores y por haber podido dar mi contribución”. Y que así han podido dar el propio testimonio en el interior de la Iglesia y trabajar en su proceso decisional. Definió este sistema como “un feminismo constructivo”.
El abad Schroder recordó que, cuando eligieron a los diez superiores para participar en el Sínodo, alguien pregunto por qué no se elegían también a monjas o religiosas, y alguien precisó que ´ellas quieren su lugar y no el nuestro´. Y así fue y obtuvieron tres lugares en el Sínodo. Reconoció entretanto que es una limitación que las superioras no sean miembros a pleno título, y concluyó precisando que “es mi opinión personal, aunque creo que los otros superiores generales comparten esto”.
El abad consideró además que el clima en el Sínodo es sereno, y si bien trabajar en el Instrumentun Laboris requiere fatiga, “lo hacemos con tenacidad y paciencia”. Sobre el camino sinodal reconoció que aún no ve la meta final “pero no me preocupa porque estos procesos de contribución colectiva llegan a buenos resultados”.
Hablando de su continente, África, la señora Theresa indicó que después del conflicto étnico en su país, hace 20 años, en Ruanda, “las familias cristianas nos empeñamos en la reconciliación, en reconstruir y existen muchas iniciativas familiares de la Iglesia, incluso de familias interétnicas que dan su testimonio de unidad después de una tragedia tan grande.
Los presentes también han sido interrogados sobre una propuesta que hubo en el Sínodo sobre el diaconado femenino. “Lo hemos escuchado con atención, me pareció audaz y convincente. Podría haber un recorrido semejante, pero no se ha discutido de eso”, concluyó el abad Schroder.
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Sínodo concuerda en buscar soluciones
a divorciados que se han vuelto a casar
EFE
Ciudad del Vaticano
La mayoría de los participantes del Sínodo sobre la familia cree que es necesario encontrar soluciones sobre los sacramentos a los divorciados que se han vuelto a casar, explicaron los encargados del Vaticano de resumir las intervenciones de los participantes.
Los 270 padres sinodales, cardenales, obispos y otros religiosos, que participan en esta asamblea han comenzado a debatir sobre la tercera parte del "Instrumentus Laboris" (el documento de base), que incluye el pecado de los divorciados que han contraído nuevo matrimonio y que les impide tomar la comunión según la doctrina católica.
Durante la rueda de prensa diaria sobre el Sínodo se explicó que los obispos vuelven a estar divididos sobre este tema, aunque la novedad es que la mayoría de la asamblea concordó en que "no hacer nada o cambiar todo no son posiciones muy representativas o realistas".
Por ello, los padres sinodales siguen buscando soluciones para una de las cuestiones más espinosas de este Sínodo.
Algunos explicaron que, aunque cambiar la doctrina no es posible, se puede conjugar "verdad y misericordia" y estudiar "soluciones y caminos pastorales" ante los divorciados que se han vuelto a casar.
Sin embargo, otros obispos, aunque pocos -precisaron- expresaron "una posición negativa" y "rígida" sobre dar la comunión a los divorciados que se han casado de nuevo.
Sobre las divisiones entre los participantes, un blog de información religiosa publicó una carta que supuestamente trece cardenales enviaron al papa Francisco en la que se denunciaba la metodología utilizaba en el Sínodo, así como que había sido pilotado para que fuese "dominado por el problema teológico/doctrinal de la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar por lo civil".
El portavoz vaticano, Federico Lombardi, no quiso desmentir ni confirmar la existencia de este documento, pero hizo notar que tres de los cardenales firmantes aseguraron hoy que ellos no habían participado en la redacción de esa misiva.
Por otra parte, el portavoz vaticano también aclaró que respecto al documento final, "la Relatio Finalis", que los padres sinodales tendrán que votar con sus propuestas sobre la familia el 24 de octubre, será el papa quien decidirá si publicarlo o no.
En el Sínodo extraordinario sobre el mismo tema de octubre del año pasado, Francisco decidió publicar el documento, además de los resultados de las votaciones sobre cada uno de los puntos del texto, lo que dejó en evidencia las divisiones de los obispos sobre puntos como el de los divorciados o la acogida de la Iglesia a los homosexuales.