VATICANO, 20 Oct. 15 / 09:43 am (ACI/EWTN Noticias).- En conferencia de prensa realizada este martes en la Sala Stampa del Vaticano, el Cardenal sudafricano Wilfried Napier, uno de los presidentes delegados del Sínodo de los Obispos sobre la Familia, explicó las razones por las que este importante evento para la Iglesia ha experimentado un “enorme” clima de confianza.
El Purpurado hizo esta explicación en respuesta a una pregunta sobre la carta que trece cardenales habrían enviado al Papa Francisco antes del inicio del Sínodo.
En la misiva, los cardenales firmantes expresaban algunas de sus preocupaciones respecto a la metodología y a la comisión de redacción del documento final del Sínodo.
Al respecto, el Cardenal Napier dijo que “lo primero que debo decir es que hubo ciertas cuestiones individuales que nos preocupaban en el Sínodo del año pasado. Una en particular fue la presentación del informe medio como si hubiera sido parte de las deliberaciones del Sínodo”.
“Y eso no es verdad porque nosotros recibimos el documento alrededor de una hora después que ustedes, los medios, lo recibieron. Y solo entonces pudimos leerlo”.
La Relatio post disceptationem fue el informe presentado por la Secretaría del Sínodo de los Obispos en octubre de 2014 luego de la primera semana de deliberaciones, un texto que recibió una gran cantidad de críticas por parte de los prelados participantes.
El Arzobispo de Durban explicó que “ese documento ya decía cosas que yo sé solo fueron dichas en el Aula por dos o tres personas, a lo mucho; y fueron presentadas como si fueran las reflexiones del Sínodo”.
Eso, precisó el Cardenal “ciertamente daba la impresión de que el Sínodo era llevado en cierta dirección”.
El Purpurado sudafricano recordó además que también formó parte de la comisión que preparó el documento final del Sínodo de 2014 “y había ciertos temas que una vez más, eran movidos en cierta dirección. En ese sentido parecía que estaba en operación una particular ideología o agenda, como quieran llamarlo”.
Respecto a la carta de 13 cardenales para el Santo Padre, el Arzobispo precisó que era privada y que “fue escrita en el espíritu de lo que el Papa Francisco indicó al comienzo del Sínodo del año pasado cuando dijo ‘por favor hablen abierta y honestamente, pero escuchen con humildad’, y fue enviada a él en ese espíritu”.
“El Papa Francisco respondió inmediatamente con la declaración que hizo al día siguiente que recibió la carta y eso generó una diferencia enorme en la escala de la confianza: las preocupaciones estaban registradas, se iban a tomar en cuenta y por lo tanto, desde entonces, todos iban a trabajar en el Sínodo con todo lo que tienen y eso es lo que he experimentado”.
El Cardenal Napier resaltó asimismo que en el Sínodo se ha vivido un gran ambiente porque todos “hemos estado optimistas en trabajar en los temas juntos como un equipo, con colegialidad, con sinodalidad, caminando juntos en la dirección de lo que es mejor para la Iglesia”.
El Arzobispo sudafricano comentó además que el Sínodo ha sido pastoral y profético, y ha tenido como objetivo “servir a la gente en distintas situaciones”. Sobre el modo en que la Iglesia debe acercarse a las personas, el Purpurado dijo: “no estoy seguro de que el lenguaje políticamente correcto sea la forma de ser proféticos y pastorales”.
Sobre las distintas realidades dolorosas a las que deben hacer frente los obispos como la realidad del divorcio, el Cardenal comentó que es muy importante “la preparación para el matrimonio y luego la formación. Queremos ver cómo formamos a la gente y no solo desde seis meses antes sino desde que son jóvenes”.
Es importante para afrontar ese desafío buscar que las familias sean sólidas y “ayuden a otros. Por ello también son esenciales los grupos y comunidades” que realizan este apostolado, junto con sacerdotes, religiosos y otros laicos que “colaboren con estas realidades”, resaltó.