Al terminar la semana de debate
Los participantes de la XIV Asamblea General ordinaria del Sínodo de Obispos que se desarrolla en el Vaticano resaltaron la necesidad del "desafío de renovación de la Iglesia" y pidieron "no hablar de la familia en abstracto", al concluir la primera semana de deliberaciones.
Los 13 "círculos menores" en los que se dividieron los 270 padres sinodales con derecho a voto y el resto de los expertos convocados como auditores dieron a conocer este viernes la primera serie de "relaciones", que constituyen el resumen de los debates planteados en las primeras rondas de diálogo desde que comenzaron los debates el 2 de octubre pasado con una misa ofrecida por el papa Francisco.
"Es cierto que los factores externos nos afectan y son fuertes, pero ¿cómo hemos respondido como Iglesia?.
Hemos fallado en la `formación cristiana` y en la `educación de la fe`y se llega al matrimonio con muchas lagunas", planteó el "Círculo Ibérico A", del que participan el rector de la Universidad Católica Argentina Víctor Fernández, con derecho a voto, y la profesora argentina María Mazzini como auditora.
Entre los puntos que destaca el "Círculo Ibérico B", que incluyen al presidente de la Comisión Episcopal Argentina José María Arancedo, aparece el pedido de "no hablar de la familia en abstracto, sino desde las distintas realidades de la misma", asegurando que "las mudanzas antropológicas son más profundas de lo que nos imaginamos (biotecnología, género)".
Entre los otros puntos destacados entre los 13 círculos en los que se agrupan los participantes (3 en francés, 4 en inglés, 3 en italiano, 2 en español y uno en alemán), se resalta también el pedido de "usar un lenguaje comprensible y que favorezca el diálogo con nuestros contemporáneos".
En otras de las "relaciones", los padres participantes hicieron también hincapié en la necesidad de denunciar "la explotación" del trabajo juvenil, de los niños-soldados y del cuerpo de la mujer, con hincapié en "la prostitución, el alquiler de úteros, la violencia hasta el feticidio y la violación como arma de guerra".
Además de los 270 padres sinodales de más de 100 países de los cinco continentes con derecho a voto, participan del Sínodo 18 matrimonios y un total de 31 mujeres "de gran nivel profesional", como las describió el cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo, que actúan como auditores con su "experiencia".
El Sínodo sobre “La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo” comenzó el 4 de octubre con una misa presidida por el Papa Francisco en la Basílica de San Pedro y concluirá el 25 de octubre, luego de un documento final que reunirá el trabajo de los 13 "círculos menores" y sobre el que el Sumo Pontífice tendrá la última palabra