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| Los miembros del Sínodo de los Obispos sobre la familia reza antes del inicio de una sesión Sínodo en el Vaticano |
Fuente: http://cnstopstories.com/
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) - Permitir divorciados civilmente vueltos a casar para recibir la comunión no sólo abriría la puerta a la Santa Cena para todos los que viven en pecado mortal, sino que también podría causar un gran daño a la doctrina de la Iglesia sobre la gracia santificante, dijo el arzobispo Stanislaw Gadecki de Poznan , Polonia.
La iglesia debe ayudar a las parejas divorciadas y vueltas a casar "con caridad especial" y "en un espíritu de misericordia", pero no puede permitir que reciban la comunión, dijo el arzobispo Gadecki, presidente de la Conferencia Episcopal de Polonia, al Sínodo de los Obispos sobre la familia.
El arzobispo se dirigió al Sínodo el 10 de octubre, diciendo que él estaba hablando en nombre de la conferencia de la totalidad de los obispos polacos. La conferencia ha publicado una traducción al inglés de su discurso en su sitio web 13 de octubre
Como bautizados, divorciados y vueltos a casar católicos deben ser alentados a seguir participando en la vida de la iglesia, dijo el arzobispo. "Vamos, por lo tanto, a animarles a escuchar la palabra de Dios, para asistir al sacrificio de la Misa, a perseverar en la oración, a contribuir a las obras de caridad y las iniciativas comunitarias en favor de la justicia, a educar a sus hijos en la fe cristiana, a cultivar el espíritu y la práctica de la penitencia y por lo tanto implorar, día a día, la gracia de Dios ".
Sin embargo, el arzobispo polaco subrayó que la doctrina de la iglesia no debe "ser dirigida por sentimientos de falsa compasión para las personas o los modos de pensamiento que - a pesar de su popularidad en todo el mundo - se equivocan."
"Admitir a la Comunión a los que siguen cohabitando" more uxorio "(como esposo y esposa) sin el vínculo sacramental sería contrario a la tradición de la iglesia", dijo. Sin una anulación o una promesa de abstenerse de las relaciones sexuales, estas parejas están viviendo en un estado de pecado moral según la enseñanza de la Iglesia.
"La Eucaristía es el sacramento de los bautizados que están en estado de gracia sacramental", dijo. "Admitir los divorciados vueltos a casar civilmente a la Sagrada Comunión causaría un gran daño no sólo para el ministerio pastoral de la familia, sino también a la doctrina de la iglesia de la gracia santificante."
Si se permite que los divorciados civilmente vueltos a casar a recibir la Comunión, el arzobispo dijo que abriría la puerta a la Santa Cena "para todos los que viven en pecado mortal", eliminando así la necesidad del sacramento de la penitencia, y sería "distorsionar el significado de que viven en el estado de gracia santificante ".
"Como Francisco nos recordó, que los que están aquí NO quieren y no tenemos poder para cambiar la doctrina de la iglesia", el arzobispo dijo a la asamblea.
