Consejos prácticos para ir a Misa con los hijos




Fuente: sontushijos.org

¡ Qué bonito es cuando una familia asiste a misa, todos juntos. Porque para sus miembros es una intensa y hermosa formación, porque cuando oran juntos cada uno siente más profunda su fe y porque las fricciones producidas por la cotidianidad se alivian al momento de la reconciliación.

Qué bonito, tanto en el sentido emocional como en el espiritual, es asistir a misa en familia: el
padre, la madre y los hijos, tomados de la mano, asisten a misa para recibir la eucaristía, para reconciliarse con el Señor, para expresar su devoción a María, la madre de todos.

Qué bonito es cuando la familia asiste a misa, porque así educa a los hijos a conocer su religión, a respetarla y a amarla sin vergüenza, con orgullo y con dignidad.

Qué bonito cuando la familia ora unida. Dicen que la familia que reza unida permanece unida.

Entonces todos juntos elevan al Padre la oración que el mismo Cristo nos enseñó.
Qué bonito cuando el padre, la madre y los hijos pronuncian esas palabras que nos colocan en la posición de hijos de Dios y dicen juntos: Padre Nuestro….

Qué bonito cuando a la hora de la paz, cada uno estrecha la mano y se desea la paz del Señor al otro, al prójimo más próximo que es su familia.
Qué bonito es cuando la familia, luego de la reconciliación con el Señor, se presenta a comulgar y comer del cuerpo y la sangre de Cristo y se cruzan miradas sabiendo que los demás tienen la misma hermosa experiencia de comer del pan que da la vida eterna

Qué bonito cuando al final de la misa, se retiran juntos cantando y alabando al Señor. Entonces salen juntos de la Iglesia y se encaminan al hogar a desayunar o a comer y seguir en la convivencia del Señor.
Tan importante como las explicaciones que les demos a los niños es nuestra actitud. He aquí algunos consejos:

1. Sentarse en los bancos de adelante: evitamos distracciones y ven mejor lo que pasa, están más atentos. (Si fuéramos a un espectáculo teatral o de música, a todos nos gustaría estar en primera fila).

2. Cuidar la forma de vestir: no es lo mismo ir a la playa que a Misa.

3. Llegar puntuales: cuidamos la puntualidad en ir a clase, en llegar al cine... No podemos hacer esperar a Jesús. ¿Haríamos esperar a una persona importante?

4. Que nos oigan contestar: es recomendable pronunciar bien, vocalizando, para que ellos oigan y aprendan. Echarles una miradita animándoles a que participen.

5. Cantar: a los niños les encantan las canciones. Es recomendable asistir a alguna Misa en la que se cante.

6. Que nos vean atentos y que nos vean rezar: por ejemplo después de la comunión, con mucho respeto. Podemos animarles a que ellos también se pongan de rodillas y recen.

7. El respeto al sacerdote: cuando entra nos ponemos de pie, esperamos a que salga para salir.

8. Misas para niños: en algunas parroquias hay Misas especiales para los niños, donde hacen del Evangelio más comprensible en un lenguaje infantil por medio de títeres o representaciones.

9. Con regaños no logrará nada: si la salida para Misa es un campo de batalla, usted está haciendo que ellos desde pequeños tengan una mala actitud hacia la Misa. Es mejor motivarlos e invitarlos sin obligaciones y castigos. Hágales comprender que es importante ir a visitar la casa del Niño Dios, como lo hace con sus abuelos el fin de semana o sus amigos.