La mujer y el trabajo



Adán y Eva pecaron ante Dios por desobedientes. Dios los castigó: GENESIS 3 16 A la mujer le dijo: --Aumentaré tus dolores cuando tengas hijos, y con dolor los darás a luz. Pero tu deseo te llevará a tu marido, y él tendrá autoridad sobre ti. 17 Al hombre le dijo: --Como le hiciste caso a tu mujer y comiste del fruto del árbol del que te dije que no comieras, ahora la tierra va a estar bajo maldición por tu culpa; con duro trabajo la harás producir tu alimento durante toda tu vida. 18 La tierra te dará espinos y cardos, y tendrás que comer plantas silvestres. 19 Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste formado, pues tierra eres y en tierra te convertirás. 

 María y San José son el Adán y Eva renovados. Ellos no desobedecieron a Dios; al contrario hicieron su Voluntad. Entonces el castigo no se aplica a ellos, ¿verdad? Para un hombre que vive conforme a la Palabra de Dios, el trabajo no es sufrimiento. Para una mujer que vive conforme a la Palabra de Dios, los hijos no son sufrimiento. 

 "La luz debe brillar poniéndose sobre la mesa" Dios por supuesto, nos limpia si nos arrepentimos y vivimos conforme a su Palabra. 

En mi caso, dejé de trabajar aún cuando lo hice desde chica y lo hice bien, nunca abusé de mi puesto, tampoco robé o fuí haragana. No usé los trabajos para buscar pareja. Sin embargo, dejé el trabajo porque era lo conveniente para mi familia. Para mis hijos, para mi esposo. 

Cuando Dios tiene algo para mí, El me provee lo necesario para realizarlo. No tuve cerca a mi mamá ni a mi suegra para que me auxiliaran con el cuidado de mis hijos. En cambio, tuve la oportunidad de trabajar en casa como costurera. De ésa manera, pude ayudar a mi hogar sin descuidarlo.

 Veo mujeres que trabajan fuera de casa y lo hacen bien; no descuidan su hogar, ni a sus hijos, ni a su esposo por ello. El trabajo Dios lo provee como todo, cuando uno vive conforme a su Voluntad. Dice la Palabra de Dios: “Sabéis que se dijo: No cometas adulterio. Pero yo os digo: El que mira con malos deseos a la mujer de otro, ya está adulterando con ella en el fondo de su corazón. Así que, si tu ojo derecho es para ti ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo lejos de ti. Más te vale perder una parte del cuerpo que ser arrojado entero a la gehena. Y si tu mano derecha es para ti ocasión de pecado, córtatela y arrójala lejos de ti. Más te vale perder una parte del cuerpo que ser arrojado entero a la gehena” (Mateo 5:27-30). 

 Si el trabajar es para la mujer motivo de tentación, entonces puede alejarse de él, según yo entiendo Dios nos cambia y guarda en El, pero debemos alejarnos de la ocasión de pecar. En mi caso, tiendo a desatender a mis hijos por distraerme con personas agradables, pero el trabajo no es un obstáculo para mi salvación, no me tienta a pecar También tiendo a ser enojona y cuando trabajo, la doble carga del hogar y el trabajo me pone de malas; empiezo a fijarme si mis hijos o mi esposo no ayudan en la casa; los quiero poner a ayudarme en las labores del hogar, con ello muchas veces los he alejado de sus propias responsabilidades 

 Algunas veces mi esposo llegaba cansado y yo de malas porque no me había dado tiempo de hacer el quehacer por trabajar O interumpía a mis hijos de sus juegos o del tiempo destinado a su descanso para que me auxiliaran en mis labores y todo porque trabajaba Y si no me ayudaban, me enojaba con ellos.

 El trabajo no es para mí ahora que soy casada. Lo fué y lo hice muy bien cuando fuí soltera 
Dicen que "el que mucho abarca, poco aprieta" Y para mí el cuidar de mi casa, de mis hijos, atender a mi esposo y trabajar, era una carga muy pesada 

 El dinero no me rendía ni lo aprovechaba bien. Es más, muchas veces lo daba a personas que hacían mal uso de ellas, porque deseaba quedar bien con ellas, deseaba ser agradable a ellas Ni siquiera era para mí y mi hogar, el dinero que ganaba. Peor tantito. 

El trabajo cuando fuí casada era un medio para agradar a otros y sentirme aceptada por ellos Ahora sé que Dios me ama sin necesidad de que me sacrifique para ser agradable a ninguna persona

 Conosco mujeres que por trabajar descuidan su casa, sus hijos, a su esposo. El trabajo no es para ellas Conosco mujeres para las que el trabajo es un vicio. Anteponen el trabajo a su hogar. El trabajo no es para ellas 
 Conosco mujeres que trabajan y encuentran a un hombre que les atrae. El trabajo no es para ellas

Si una mujer no tiene ninguno de éstos problemas, entonces el trabajo no es algo que las pueda incitar a faltar a sus responsabilidades.