Participación Arzobispo Paul-André Durocher de Gatineau, Quebec
en el Sínodo de la Familia
Discurso compartido en su blog:.
Las últimas estadísticas de la Organización Mundial de la Salud demuestran este hecho preocupante: aún hoy, casi un tercio de las mujeres en todo el mundo son víctimas de la violencia doméstica. Sin embargo, en Familiaris consortio, el Santo Papa Juan Pablo II emitió un fuerte atractivo: "Hago un llamamiento a todos a participar en una acción pastoral especial y incisiva más fuerte para que la Ley de Delitos contra la dignidad de las mujeres están permanentemente eliminado. "Desafortunadamente, más de treinta años después, las mujeres siguen enfrentándose a la discriminación y la violencia a manos de los hombres, incluyendo sus cónyuges.Frente a esta realidad triste y dramática, sugiero que este Sínodo establezca claramente que una correcta interpretación de la Escritura no puede justificar la dominación humana sobre las mujeres. En particular, este Sínodo debe afirmar que los pasajes donde Pablo habla de la sumisión de la mujer a su marido no pueden justificar la dominación humana sobre las mujeres, y mucho menos la violencia hacia ella.
Pero hay que ir más allá. Para mostrar claramente el mundo las mujeres con dignidad iguales a los hombres de la Iglesia, debemos retomar la reflexión del Papa Benedicto XVI en su discurso ante el clero romano marzo 2006 cuando dijo: "Es justo preguntar si en el servicio ministerial ... no podemos ofrecer más puestos de trabajo, más mujeres en puestos de responsabilidad. "
Propongo otros tres cursos de acción en este Sínodo.
1. Que este Sínodo considera la posibilidad de conceder a los hombres y las mujeres casadas, bien entrenados y acompañados, permiso para hablar en las homilías en la Misa con el fin de mostrar la relación entre la Palabra proclamada y la vida de esposos y padres.
2. Que con el fin de reconocer la capacidad equitativa de las mujeres a asumir posiciones de liderazgo en la Iglesia, el Sínodo recomienda nombrar a las mujeres a posiciones que pueden ocupar en la Curia Romana y en nuestras curia diocesana.
3. Por último, en relación con el diaconado permanente, que este Sínodo recomienda el establecimiento de un proceso que podría finalmente las mujeres abiertas acceder a este fin que, como dice la tradición, se dirige no ad sacerdotium ad sed Ministerium.
