¿Debemos compartirlo todo en la adolescencia?


 
-Importancia del entorno que nos rodea en la adolescencia.
Esta es la segunda fase, sé producirán los cambios, las alteraciones en las virtudes adquiridas en la niñez debido a las influencias recibidas de amigos y compañeros.
Esta etapa abarcará, de los trece a los quince años relativamente, es decir, hasta la pubertad.
Durante esta fase es importante resaltar, que sobre todo lo que el adolescente hace es experimentar, compartir experiencias, y comenzar a sentir lo que es la intimidad, y la importancia de defender esto. El adolescente se deja llevar por la necesidad de satisfacer sus inquietudes, y se basan en el intento de superarse así mismos.
1 -Amigos y compañeros.
Ya hemos dicho que el adolescente está experimentando, lo que le lleva a comparar experiencias, y a volverse más selectos en lo que a amistades se refiere.
Lo que buscan ya no son solo compañeros de juego, si no que lo que necesitan es integrarse en un grupo, con el cual ellos consigan identificarse, y en el que se encuentren afines con su entorno y a la vez imprescindibles en su grupo.
Los amigos tienden a ser complementarios los unos de los otros y así se distribuirán distintos lugares o posiciones en la pandilla, tales como una jerarquía. La pandilla será como una pequeña gran familia: habrá un cabeza de familia y unos seguidores de este.
A su vez esta será una gran preocupación de los padres, que en todo momento desearán conocer todo el entorno en el que sus hijos se mueven, sus actitudes, sus amistades, y los lugares que frecuentan (aunque lógicamente las apariencias engañan).
Lógicamente las amistades variarán dependiendo de si se vive en un pueblo, (donde todos se conocen) en un barrio, o en pleno centro de ciudad donde todo el mundo es anónimo.




Compartir en la adolescencia
Unos de los comportamientos habituales en la adolescencia es compartirlo todo. No me refiero a las experiencias y conquistas amorosas más recientes sino a los artículos de objeto personal que suelen pasar de mano en mano sin tener en cuenta que en realidad estamos propagando gérmenes y enfermedades.

Me refiero a una larga lista en la cual podría incluir cubiertos, vasos, peines, toallas, cepillos de dientes, creyones de labios, ropas, zapatos, cigarrillos, agujas de inyección e incluso las parejas, comportamiento peligroso que se ha puesto moda en algunos lugares.

Compartir peligros y enfermedades


Con este proceder irresponsable no solo podrías ganarte un resfriado que no era tuyo, sino también otros males que pueden ser mucho más peligrosos y entre ellos podrían estar:
- El virus de Epstein Barr responsable de la mononucleosis o la llamada “enfermedad del beso”. Al principio pensarás que es solo un catarro más pues te duele la garganta y sientes un malestar difuso general. Diez días después, tus amígdalas estarán inflamadas, tendrás fiebre y te dolerán los  ganglios cervicales. Esta infección hasta afecta el hígado y el bazo, puede tornarse muy seria y se trasmite a través de la saliva. Su período de incubación va desde los 30 días hasta los dos meses. 
-Herpes labial, brota sorpresivamente en forma de pupas sobre los labios. Basta un poco de sol, una fiebre, o estar sometida a mucho estrés para que aparezca, casi siempre en la misma zona del labio superior. Una vez adquirido el virus  que lo produce, llamado herpes simplex, te conviertes en portadora —y transmisora— para toda la vida.
-Hepatitis, todos los tipos descubiertos hasta el momento son transmisibles de persona a persona, ya sea por vía oral o sexual. Es una enfermedad que afecta al hígado y puede dejar peligrosas secuelas para toda la vida.
-Existe una extensa lista de estafilococos, ácaros y hongos que infectan la piel y se transmiten por compartir cepillos, sombreros, ropa de cama, toallas…
- Enfermedades de transmisión sexual que van desde el VIH/SIDA hasta la clamidia, bacteria que si bien parece ser inofensiva y fácil de derrotar, es una de las causas más reconocida  de embarazos ectópicos, esterilidad, así como partos prematuros o nacimientos de bebés con un tipo específico de conjuntivitis y neumonía..
La entrega física improvisada, sin distinción, medida ni protección adecuada puede marcarte la vida de una manera lacerante y para siempre. Piensa entonces que basta poner un poco de orden en esa etapa que es la adolescencia y convence a tus amigos de que cuando le niegas un pañuelo o un vaso en lugar de ser egoísta estás intentando compartir salud.