El ejemplo de la iglesia a la mujer

Alguna vez te has preguntado cómo hacer tu papel de madre? Yo muchas veces me lo he preguntado. He tomado cursos de muchas cosas, que me han servido para ayudar a mi hogar, para auxiliar a mi esposo, para cuidar de mis hijos. Y he encontrado el ejemplo de María, la Virgen madre de Dios. María es entendida de muchas maneras. Una de las maneras en que podemos verla actuar es en la Iglesia. María es la Iglesia. La manera en que la Iglesia cuida de sus fieles, es la manera en que la Virgen les enseñó a hacerlo. El Evangelio empieza con el anuncio a María del hijo de Dios. No se menciona en la Biblia cómo educó a su hijo. Sin embargo, podemos ver un destello, en el primer milagro que hizo Jesús a petición de su madre en las Bodas de Canán. María PIDIO a su hijo ayudara a unos novios en ésa boda. Ese es creo yo, lo que me muestra lo que debo hacer como madre: pedir a mis hijos en mis necesidades y en la de los otros. La Iglesia hace lo mismo: Pide a unos para auxiliar a otros en sus necesidades. Mi suegra qpd hacía éso con sus hijos. Muchas mujeres corremos en nuestras necesidades a nuestra propia mamá o a nuestra suegra o a los vecinos, etc. María le pedía a su hijo. De ella aprendí a pedir a mis hijos algún favor. La responsabildad de cuidar de mi casa es mía, sin embargo desde niños les he pedido a mis hijos su ayuda para realizar mis actividades. Mis hijos me han ayudado a hacer adornos para el árbol de Navidad; me han ayudado a cuidarse mientras voy al mercado; me han ayudado de mil pequeñas maneras. No he batallado con ellos demasiado. Y éso lo aprendí del ejemplo que ví en otras personas. Mi mamá me mandaba hacer las cosas; mi suegra me las pedía. Esa es la gran diferencia entre ambas. A ambas las quiero, en sus diferencias y en sus similitudes. Mi mamá se acostumbró a mandar. Mi suegra a pedir. Mi mamá trabajaba e incluso llegó a tener puestos de autoridad. Mi suegra dejó el trabajo y se dedicó a sus hijos, dependiendo del sueldo de su esposo. Ambas lograron en sus hijos resultados distintos. Yo he salido beneficiada de sus ejemplos. Pude reunir en una sóla, sus dos ejemplos. De mi madre tomé todo lo que supo hacer y enseñar. Aprendí de jardinería, de arreglo de la casa, algo de albañilería, Manualidades, Deportes, etc. etc. De mi suegra, el pedir. Dejé mi trabajo y me dediqué a mi hogar y a mis hijos. Dependo económicamente de mi esposo, pero sé pedir a otros cuando necesito ayuda, empezando por mis propios hijos. La Iglesia es la gran pedigueña. Pide a Dios por nosotros. Pide a los fieles para auxiliar a otros fieles. Pide y pide. "Pedir y se os dará" dijo Dios y la Iglesia lo hace y Dios da. Esa es nuestra labor como mujer y como madre: Pedir. Y no siempre es fácil hacerlo. Sobre todo a nuestros hijos porque desde bebés les hemos enseñado a obedecer. Y un bebé puede darnos también. ¿Recuerdas cuando un bebé tiene en la mano un pedazo de pan? Si tú se lo pides, el bebé te lo da. Esa es nuestra naturaleza divina, el alma o espíritu con que Dios nos dotó. Si tú imploras al Espíritu Santo, el Padre nos lo dará.